5/16/2007













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Aquí viene el Diluvio

Cuando la noche muestra
Las señales creciendo en radios
Todas las cosas extrañas
Van y vienen, como tempranas advertencias
Varada la estrella de mar no tiene lugar para esconderse
Todavía esperando por la crecida marea de Pascuas
No hay punto en la dirección nosotros no podemos siquiera elegir una orilla

Tomo el viejo sendero
El hombro vacío, a través de las aguas
En los altos acantilados
Ellos están creciendo, hijos e hijas
El hastiado infierno ha cabalgado alto
Olas de acero arrojan metal al cielo
Y como el clavo hundido en la nube, la lluvia era tibia y empapó a la multitud

Señor, aquí viene el Diluvio
Bien, despedirse de la carne y sangre
Si nuevamente los océanos guardan silencio
En caso de algo todavía vivo
Esos serán quienes den su isla para sobrevivir
Beban, soñadores, ustedes se están secando

Cuando el Diluvio llama
No tienes hogar, no tienes muros
En el estruendo choque
Eres miles de mentes, dentro de un instante
No temas por el llanto de lo que verás
Los actores se han ido, sólo quedamos tú y yo
Y si nosotros rompemos antes del atardecer, ellos agotarán lo que solíamos ser

Señor, aquí viene el Diluvio
Bien, despedirse de la carne y sangre
Si nuevamente los océanos guardan silencio
En caso de algo todavía vivo
Esos serán quienes den su isla para sobrevivir
Beban, soñadores, ustedes se están secando


Peter Gabriel - Here Comes de Flood - Trad. Holloway

5/11/2007

LA REINA DE LAS NIEVES
(Hans Andersen)
PRIMER EPISODIO
Trata del espejo y del trozo de espejo

Atención, que vamos a empezar. Cuando hayamos llegado al final de esta parte sabremos más que ahora; pues esta historia trata de un duende perverso, uno de los peores, ¡como que era el diablo en persona! Un día estaba de muy buen humor, pues había construido un espejo dotado de una curiosa propiedad: todo lo bueno y lo bello que en él se reflejaba se encogía hasta casi desaparecer, mientras que lo inútil y feo destacaba y aún se intensificaba. Los paisajes más hermosos aparecían en él como espinacas hervidas, y las personas más virtuosas resultaban repugnantes o se veían en posición invertida, sin tronco y con las caras tan contorsionadas, que era imposible reconocerlas; y si uno tenía una peca, podía tener la certeza de que se le extendería por la boca y la nariz. Era muy divertido, decía el diablo. Si un pensamiento bueno y piadoso pasaba por la mente de una persona, en el espejo se reflejaba una risa sardónica, y el diablo se retorcía de puro regocijo por su ingeniosa invención. Cuantos asistían a su escuela de brujería -pues mantenía una escuela para duendes- contaron en todas partes que había ocurrido un milagro; desde aquel día, afirmaban, podía verse cómo son en realidad el mundo y los hombres. Dieron la vuelta al Globo con el espejo, y, finalmente, no quedó ya un solo país ni una sola persona que no hubiese aparecido desfigurada en él. Luego quisieron subir al mismo cielo, deseosos de reírse a costa de los ángeles y de Dios Nuestro Señor. Cuanto más se elevaban con su espejo, tanto más se reía éste sarcásticamente, hasta tal punto que a duras penas podían sujetarlo. Siguieron volando y acercándose a Dios y a los ángeles, y he aquí que el espejo tuvo tal acceso de risa, que se soltó de sus manos y cayó a la Tierra, donde quedó roto en cien millones, qué digo, en billones de fragmentos y aún más. Y justamente entonces causó más trastornos que antes, pues algunos de los pedazos, del tamaño de un grano de arena, dieron la vuelta al mundo, deteniéndose en los sitios donde veían gente, la cual se reflejaba en ellos completamente contrahecha, o bien se limitaban a reproducir sólo lo irregular de una cosa, pues cada uno de los minúsculos fragmentos conservaba la misma virtud que el espejo entero. A algunas personas, uno de aquellos pedacitos llegó a metérseles en el corazón, y el resultado fue horrible, pues el corazón se les volvió como un trozo de hielo. Varios pedazos eran del tamaño suficiente para servir de cristales de ventana; pero era muy desagradable mirar a los amigos a través de ellos. Otros fragmentos se emplearon para montar anteojos, y cuando las personas se calaban estos lentes para ver bien y con justicia, huelga decir lo que pasaba. El diablo se reía a reventar, divirtiéndose de lo lindo. Pero algunos pedazos diminutos volaron más lejos.
Ahora vas a oírlo.....
A TENER CUIDADO........AÚN HAY PEDACITOS DANDO VUELTAS POR EL MUNDO Y ESTOS CRISTALES DAÑAN LOS CORAZONES.