11/14/2011

Percibir lo que se ve, abrir la vista más allá de nuestros ojos.
Ver lo que se quiere ver, o ver lo que realmente es........
Preferir la ignorancia, ver sin ver,  no desangrar las ojos al mirar lo visible de lo escondido

4 comentarios:

rh dijo...

A veces pienso que el trabajo de nuestros propios ojos y de nuestra propia mente es engañarnos para protegenos de la verdad. Tal vez no estemos preparados para la verdad en todo momento y cada uno necesitamos una determinada intensidad de solipsismo.
Angeles Mastretta empieza "El mundo iluminado" con "¿Cerramos los ojos para no ver, o los cerramos para ver mejor?". Boris Vian termina uno de sus fantásticos y surrealistas cuentos con todo el mundo arrancándose los ojos para protegerse de la realidad de la que una densa niebla les apartó durante un tiempo.
Y tal vez hay más formas de no ver que la ceguera o la ignorancia. Se puede estar sobre las cosas, en medio de ellas, verlas, percibirlas, y sin embargo no tocarlas, apenas sentirlas, como si una membrana invisible nos separase de todo, incluso de nosotros mismos y de lo que más queremos.

HOLLOWAY_GIRL dijo...

Lo que es visto puede ser recibido y percibido de muchas formas, sin que ello le asigne el rótulo de real.
Los ojos son puentes hacia otra dimensión de las cosas.
Ver no significa mirar, observar.
A veces creo que ellos desnudan las cosas y por eso es preferible cerrarlos y hacer caso omiso a la imagen grabada en la retina.
Un abrazo

rh dijo...

Hace no mucho leí algo sobre la diferencia entre "verdad" y "realidad" (no recuerdo el autor ni el libro). Si bien la Real Academia de la Lengua los llega a disponer como verdaderos sinónimos, me gustó aquella reflexión que apuntaba la verdad como algo desafectado de subjetivismo y la realidad como una especie de verdad traducida por el individuo (eso me pareció entender, aunque ya se sabe que el entendimiento está condicionado por la subjetividad).
A mí me parece interesante esta cuestión. Me parece interesante todo aquello que te hace replantearte cualquier cosa. Como tú dices, ver no significa mirar. Igual que oir no significa escuchar. La percepción de algo se contamina con otros algos coexistentes en el mismo espacio y tiempo. La estupenda fotografía que elegiste para ilustrar parece decirlo: apagemos un sentido para elevar la intensidad de otros sentidos: la realidad (¿verdad?) puede percibirse con mayor claridad.
Tu última frase es magnífica. Yo siempre tuve la sensación de que si te pones a mirar un objeto muy fijamente durante un tiempo se llega a un punto donde se empieza a distorsionar. El ser humano distorsiona las cosas, se pueden abrir las puertas de múltiples realidades, una idea puede llegar a significar lo contrario, una aspiración puede pervertirse por un camino que finalmente nos llevará a un lugar muy distinto.
Estoy leyendo una novela que me está gustando mucho ("Libertad" de Jonathan Franzen) que muestra alguna de esas realidades de la distorsión. Por ejemplo, que un país pueda sublimar la libertad sobre otros principios de tal forma que esa exaltación pueda procurar objetos o hechos que eliminen precisamente esa libertad. Y ese es sólo un ejemplo de distintos (familia, amistad, arraigo, ética...) que plantea esa novela.
Bueno... otra vez me enrollo, perdona querida amiga, lo que tantas veces es en mí escasez hablando se convierte en exceso escribiendo.
Un abrazo

rh dijo...

()